La
Convención se trasladó a Aguascalientes el 4 de octubre de 1914, y las sesiones
se reanudaron el 10 de octubre de ese año. Los problemas surgidos entre
Carranza y Villa volvieron a la mesa de la discusión, así como la forma de
resolverlos. Al mismo tiempo, se invitó formalmente a Emiliano Zapata. Se
plateó que la Constitución de 1857 fuera restablecida y que se elaboraran
reformas para solucionar los problemas del país. También se abordó el asunto de
la tenencia de la tierra y su solución: que la tierra fuera ocupada. Carranza
no sólo se negó a asistir a las sesiones, sino que tampoco designó a un
representante. Francisco Villa envió a Roque González Garza, y Pablo González a
Alfredo Rodríguez. En una sesión, la mesa directiva y los delegados estamparon
su firma sobre el lienzo blanco de la bandera nacional. Antonio I. Villareal,
presidente de la mesa directiva de la Convención, expuso la necesidad de
resolver los conflictos entre Carranza y Villa, y el de José María Maytorena y
Benjamín Hill, por el bien del país. Entonces, el 15 de octubre la Convención
se declaró soberana y propuso que, para lograr la paz, Venustiano Carranza,
Francisco Villa, Álvaro Obregón, Emiliano Zapata y Pablo González deberían
abandonar sus cargos y mandos. La propuesta se modificó después y solamente se
desconoció a Carranza. Por su parte Felipe Ángeles solicitó la presencia de
Zapata, porque así se lograría la unidad entre los revolucionarios, además de
reformas sociales. La convención tuvo momentos muy importantes, como el juramento
de Villa en favor de la Revolución, es decir, del pueblo; o la presencia de la
delegación zapatista, dirigida por Paulino Martínez. Los zapatistas rechazaron
la autoridad de Carranza, acusándolo de atropellar al pueblo y que sólo el Plan
de Ayala podría redimir al pueblo y sacarlo de su miseria. Así quedaban
delineados los campos en la historia de la Revolución. Se acentuaba la escisión
revolucionaria. El 5 de noviembre culminó la Convención y Eulalio Gutiérrez fue
reconocido como presidente de la República. Venustiano Carranza, desde Córdoba,
lo desconoció. Carranza estableció su gobierno en el puerto de Veracruz, al que
declaró sede de los poderes y procedió a legislar. El 12 de diciembre de 1914
introdujo reformas al Plan de Guadalupe, reformas que haría efectivas hasta el
triunfo de la Revolución. Entre éstas podemos mencionar: la libertad municipal;
el proceso electoral; la reorganización del ejército y el Poder judicial, que
tenían facultades para decretar expropiaciones por causa de utilidad pública.
Además, la ley agraria del 6 de enero de 1915, base del artículo 27
constitucional, donde se aborda la cuestión agraria del país; la ley
reglamentaria de la explotación petrolera, aún bajo el control de empresas
extranjeras; la ley sobre municipio libre, con el objeto de capacitar a los
municipios para administrar sus recursos y elegir a sus autoridades, y una ley
sobre el trabajo. Carranza elaboró esas leyes para ganar adeptos y restar
simpatizantes a Villa y a Zapata.
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